La política de drogas de Colombia enfatiza la intervención de las condiciones de vulnerabilidad y la inclusión social, en las que se encuentran las causas más profundas del consumo y la producción. Se enfoca en abordar el consumo desde una perspectiva de salud pública; desarrollar políticas orientadas a reducir o eliminar los daños asociados al consumo; garantizar el acceso equitativo a sustancias controladas para fines médicos y científicos y la no estigmatización de los usuarios de drogas.